¿Qué es la discapacidad intelectual?
La discapacidad intelectual no es algo “que tienen las personas” sino una condición de funcionamiento, debida a:
- Limitación en las capacidades funcionales de las personas.
- Contextos que no son accesibles y con escasos apoyos.
Por lo tanto, hoy la discapacidad no se clasifica según las dificultades de una persona en particular, sino que se clasifica segundo a sus necesidades de apoyo para funcionar en su día a día. Así tenemos:
- Necesidades de apoyo generalizadas. Cuando la persona precisa de muchos apoyos en todas o casi todas a las áreas de funcionamiento, de manera contínuo.
- Necesidades de apoyo extensas. Cuando las personas precisan de apoyos en muchas áreas, y de forma constante y frecuente.
- Necesidades de apoyo limitadas. Cuando las personas precisan de apoyo en algunas áreas de su vida, incluso de manera regular o constante, pero son autónomos en otras.
- Necesidades de apoyo intermitentes. Cuando las personas precisan solo apoyos de manera periódica o puntual, en ciertas áreas.
Esta clasificación no es estática; las personas evolucionan, aprenden y cambian, y los apoyos que precisan, también.
En todo caso, la Discapacidad Intelectual no es una enfermedad.
La discapacidad ocurre antes de los 18 años, por causas genéticas, dificultades en el parto, causas sociales … y se mantiene toda la vida, pero de ningún caso supone una reducción de los derechos ni a la condición de cada persona cómo ser único e irrepetible.
Por esto, cuando hablamos de discapacidad ponemos la tilde en el derecho de las personas a recibir los apoyos precisos para poder desarrollar su proyecto vital en entornos inclusivos, como ciudadanos de pleno derecho.
La Discapacidad Intelectual es una condición de las personas, que dificulta su participación en igualdad como ciudadanos de pleno derecho.
Las personas con discapacidad intelectual tienen una serie de limitaciones en las habilidades para interactuar en su contexto. Estas limitaciones afectan la capacidad de aprendizaje y a las habilidades funcionales, de modo diferente en cada persona.
No hay dos personas con discapacidad iguales.
Cuando las personas con discapacidad intelectual cuentan con los apoyos precisos, pueden desarrollar vidas plenas. Por eso, hoy clasificamos la discapacidad intelectual segundo las personas precisen más o menos apoyos, y no segundo tengan más o menos limitaciones.
